Fuente: ScienceDaily
Foto: www.emule.us
Vivir con una hembra de ratón puede extender la vida reproductiva de un ratón macho hasta por un 20%, según un estudio realizado por Ralph Brinster y un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania. El estudio se publicó en linea el 22 de enero en la revista Biology of Reproduction.
Brinster y su equipo experimentaron con ratones machos y hembras, sin compañeros de 16-32 meses. Cada macho se colocó con dos nuevas hembras en intervalos de dos meses para poner a prueba su capacidad "de seducción" hacia las hembras. Los resultados indicaron que los machos con hembras no mostraron una disminución de la fecundidad hasta los 32 meses de edad, seis meses más tarde que los machos alojados solos.
El estudio también indica, sin embargo, que una vez que la fertilidad masculina comenzó a disminuir, la tasa de disminución fue la misma para ambos. La disminución de la fecundidad parece ser debido en parte a defectos en el proceso para la producción de esperma.
Si bien es comúnmente sabido que la edad reproductiva de los hombres incluye disminución de la fertilidad, los factores que retrasan el envejecimiento son en gran parte desconocido. Análisis histológicos indican que en machos aislados ocurre antes una espermatogénesis anormal, lo que sugiere que los defectos en la espermatogénesis pueden desempeñar un papel mayor en la disminución de la fertilidad de estos machos.
Los resultados tienen importantes implicaciones para el mantenimiento de la fertilidad masculina en la vida silvestre, el ganado e incluso las poblaciones humanas.
Según Brinster: "Si resulta que este efecto se da en otras especies, por ejemplo el ganado, los animales que afectan a la producción de alimentos, etc. un 20% de aumento en la fertilidad masculina podría significar una prolongación de la vida reproductiva de los machos de varios años, con los consiguientes beneficios que esto implicaría." "Este hallazgo también puede tener relevancia para la protección de algunas grandes especies en peligro de extinción".
La hembra es una más de las muchas señales ambientales que pueden influir en las células y, por tanto, en la fecundidad de los machos. Si esta influencia la producen las hembras de otras especies no se conoce, pero se sabe que la mujer modifica profundamente una variedad de respuestas en los hombres en muchos ámbitos de la fisiología y la psicología masculina.
Brinster y su equipo experimentaron con ratones machos y hembras, sin compañeros de 16-32 meses. Cada macho se colocó con dos nuevas hembras en intervalos de dos meses para poner a prueba su capacidad "de seducción" hacia las hembras. Los resultados indicaron que los machos con hembras no mostraron una disminución de la fecundidad hasta los 32 meses de edad, seis meses más tarde que los machos alojados solos.
El estudio también indica, sin embargo, que una vez que la fertilidad masculina comenzó a disminuir, la tasa de disminución fue la misma para ambos. La disminución de la fecundidad parece ser debido en parte a defectos en el proceso para la producción de esperma.
Si bien es comúnmente sabido que la edad reproductiva de los hombres incluye disminución de la fertilidad, los factores que retrasan el envejecimiento son en gran parte desconocido. Análisis histológicos indican que en machos aislados ocurre antes una espermatogénesis anormal, lo que sugiere que los defectos en la espermatogénesis pueden desempeñar un papel mayor en la disminución de la fertilidad de estos machos.
Los resultados tienen importantes implicaciones para el mantenimiento de la fertilidad masculina en la vida silvestre, el ganado e incluso las poblaciones humanas.
Según Brinster: "Si resulta que este efecto se da en otras especies, por ejemplo el ganado, los animales que afectan a la producción de alimentos, etc. un 20% de aumento en la fertilidad masculina podría significar una prolongación de la vida reproductiva de los machos de varios años, con los consiguientes beneficios que esto implicaría." "Este hallazgo también puede tener relevancia para la protección de algunas grandes especies en peligro de extinción".
La hembra es una más de las muchas señales ambientales que pueden influir en las células y, por tanto, en la fecundidad de los machos. Si esta influencia la producen las hembras de otras especies no se conoce, pero se sabe que la mujer modifica profundamente una variedad de respuestas en los hombres en muchos ámbitos de la fisiología y la psicología masculina.
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