Fuente: 20minutos.es
Foto: abc.es
Esta proteína da lugar a la zona pelúcida (que recubre el ovocito), una especie de filamento que se forma en torno al óvulo y que decide, quién pasa y quién no al óvulo.
La estructura y el funcionamiento de esta lámina, que fue descubierta hace algo menos treinta años, han sido comprendidos y analizados por primera vez, gracias a los científicos del Instituto Karolinska de Suecia y del Monte Sinaí, en Nueva York.
Pero el hallazgo va más allá de sus posibles aplicaciones para las técnicas de fertilización y anticoncepción, ya que la ZP3 no está presente únicamente en los mamíferos, sino que también forma parte de algunas aves, anfibios y peces, con lo que no es descabellado aventurar que la reproducción de los seres vivos no es tan distinta como se cree.
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