Aparentemente las grajillas consiguen interpretar los ojos humanos.
Fuente: LiveScience
Foto: www.vertebradosibericos.org (Juan M. Varela)
La capacidad de leer las señales de comunicación pone a la par con los chimpancés y los monos rhesus a la grajilla (Corvus monedula), según una nueva investigación.
"Creo que pueden generalizar a los ojos humanos de alguna manera, e interpretar los ojos humanos como los ojos", Según Augusto Bayern, un biólogo cognitivo de la Universidad de Oxford y autor principal de un estudio publicado on-line en el número del 2 de abril de la revista Current Biology.
Los pájaros del estudio podían encontrar comida en un escenario cooperativo cuando los ojos de una persona famililar miraba hacia delante o hacia atrás de la comida de las aves. También respondían cuando la persona marcaba con los ojos la localización de la comida, pero no cuando la persona giraba su cabeza hacia el alimento.
Muchas aves son sensibles a los ojos a modo de patrones sin mostrar mucho la comprensión de los ojos más que sutiles señales que comunican información.
Sin embargo, la grajilla se enfoca más en los alimentos cuando una persona desconocida estaba viéndolos, y en este caso se prestó atención a que la cabeza de una persona no se dirigiese en concreto al alimento. También se produjeron reticencias cuando la persona mantiene un ojo cerrado, incluso cuando los investigadores sustituían la persona con imágenes de la cara de una persona.
Se pueden interpretar el reconocimiento de estas señales sutiles del ojo con modelos que expliquen su evolución en base a poder escapar de depredadores sólamente con "mirarlos a los ojos", pero en el caso de las grajillas pueden haber evolucionado no en respuesta a una amenaza de depredación, según el estudio, más bien para su cooperación como animales sociales. Las aves suelen formar asociaciones con compañeros de toda la vida, su supervivencia y su éxito depende de la estrecha comunicación.
Esto encaja con la teoría social que puede seleccionar la sofisticación de la inteligencia en la evolución, dijo el Bayern. Las grajillas pertenecen a la familia de los córvidos, los biólogos consideran que son las aves más inteligentes, junto con los loros. Algunos corvidos han demostrado el uso de herramientas a la par con la de los simios.
"Si se compara a los monos, nuestros parientes más cercanos, ambos grupos de animales tienen exactamente el mismo tamaño del cerebro en relación con el tamaño corporal y el peso", señaló el Bayern.
Incluso los chimpancés se han mostrado menos sensibles a las señales del ojo, posiblemente debido a que sus ojos oscuros falta el contraste entre con el blanco que presentan los ojos humanos.
"Creo que pueden generalizar a los ojos humanos de alguna manera, e interpretar los ojos humanos como los ojos", Según Augusto Bayern, un biólogo cognitivo de la Universidad de Oxford y autor principal de un estudio publicado on-line en el número del 2 de abril de la revista Current Biology.
Los pájaros del estudio podían encontrar comida en un escenario cooperativo cuando los ojos de una persona famililar miraba hacia delante o hacia atrás de la comida de las aves. También respondían cuando la persona marcaba con los ojos la localización de la comida, pero no cuando la persona giraba su cabeza hacia el alimento.
Muchas aves son sensibles a los ojos a modo de patrones sin mostrar mucho la comprensión de los ojos más que sutiles señales que comunican información.
Sin embargo, la grajilla se enfoca más en los alimentos cuando una persona desconocida estaba viéndolos, y en este caso se prestó atención a que la cabeza de una persona no se dirigiese en concreto al alimento. También se produjeron reticencias cuando la persona mantiene un ojo cerrado, incluso cuando los investigadores sustituían la persona con imágenes de la cara de una persona.
Se pueden interpretar el reconocimiento de estas señales sutiles del ojo con modelos que expliquen su evolución en base a poder escapar de depredadores sólamente con "mirarlos a los ojos", pero en el caso de las grajillas pueden haber evolucionado no en respuesta a una amenaza de depredación, según el estudio, más bien para su cooperación como animales sociales. Las aves suelen formar asociaciones con compañeros de toda la vida, su supervivencia y su éxito depende de la estrecha comunicación.
Esto encaja con la teoría social que puede seleccionar la sofisticación de la inteligencia en la evolución, dijo el Bayern. Las grajillas pertenecen a la familia de los córvidos, los biólogos consideran que son las aves más inteligentes, junto con los loros. Algunos corvidos han demostrado el uso de herramientas a la par con la de los simios.
"Si se compara a los monos, nuestros parientes más cercanos, ambos grupos de animales tienen exactamente el mismo tamaño del cerebro en relación con el tamaño corporal y el peso", señaló el Bayern.
Incluso los chimpancés se han mostrado menos sensibles a las señales del ojo, posiblemente debido a que sus ojos oscuros falta el contraste entre con el blanco que presentan los ojos humanos.
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